Los propietarios de las viviendas destrozadas por el río de lava del volcán Cumbre Vieja serán indemnizados por el seguro, siempre que tengan contratada una póliza. No serán las compañías aseguradoras las que asuman directamente este pago, ya que los llamados riesgos extraordinarios son abonados por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). Sin embargo, es imprescindible contar con un seguro al corriente de pago en el que se especifique la cobertura de la vivienda para que esta entidad pública asuma los daños. Por el momento, alrededor de 100 casa se han visto afectadas por la erupción.

Así arrasa la lava del volcán un casa en La Palma
Así arrasa la lava del volcán un casa en La Palma

Habrá que esperar un tiempo todavía indeterminado para conocer con detalle el número de casas que se verán afectadas. Poco o nada se puede hacer por condicionar el recorrido de la lava que con toda seguridad, según los expertos, acabará en el mar. Lo que encuentre a su paso será arrasado, al tiempo que modifica el paisaje de la isla. Lee también

El seguro de la vivienda, para aquellos que los tuvieran contratado y al corriente de pago, será un consuelo para hacer frente a la emergencia vivida en mejores condiciones. El cobro de esta cantidad no es impedimento para que los afectados también reciban las previsibles ayudas que las Administraciones Públicas aprobarán para compensar a la población damnificada.

El CCS cubre solo los bienes asegurados

Gestión pública, fondos privados

El CCS es una figura específica del mercado asegurador español que despierta cuando menos curiosidad en otros países de nuestro entorno. Surgido tras la Guerra Civil, este organismo de titularidad pública pretende dar estabilidad al sistema asegurador, ya que las compañías no deben asumir los costes difíciles de prever en situaciones consideradas de riesgos extraordinarios, la mayoría relacionada con daños causados por las fuerzas de la naturaleza como el caso del volcán de la Palma. Lee también

Del mismo modo, los asegurados reciben la indemnización prevista en su póliza ante los daños causados por “inundaciones extraordinarias, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestad ciclónica atípica y caída de cuerpos siderales y aerolitos”, según explica la web del CCS. Este mecanismo garantista evita que las pólizas se encarezcan, especialmente en zonas especialmente expuestas a algunos de estos riesgos, o que las coberturas se limiten.

No obstante, pese a que el Consorcio es una entidad pública adscrita al Ministerio de Economía, los fondos con los que hace frente a las indemnizaciones no proceden del Estado. El dinero para afrontar los siniestros por riesgos extraordinarios procede de las primas que los asegurados pagan por cubrir sus riesgos. Un pequeño porcentaje de estos ingresos, o una cantidad fija en el caso de las pólizas de vehículos, que cobran las aseguradoras van a parar al CCS, que se encarga de su gestión.

Cómo reclamar

Agentes y corredores asumen gran parte de los trámites

Para poder percibir las indemnizaciones del CCS, es imprescindible cumplimentar una serie de trámites ante este organismo. Las personas que gestionen sus seguros a través de mediadores de seguros, agentes y corredores, pueden dirigirse a estos profesionales que les ayudarán en el proceso. El Consorcio permite que estos representantes de los asegurados realicen en su nombre la comunicación del siniestro y aporten los datos necesarios para iniciar los trámites previos al cobro. 

Otra opción es que el asegurado se dirija directamente al Consorcio llamando al 900 222 665 o bien rellenando la solicitud correpondiente, según si se trata de daños en bienes, personas o vehículos, desde la propia página web de este organismo.

Francisco Javier Pérez Arquillo, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Tenerife, explica que «vamos a habilitar un teléfono para atender las dudas de los asegurados afectados por la erupción». Pérez Arquillo explica que la zona afectada es eminentemente agraria y ganadera. «Todavía no tenemos datos sobre el nivel de aseguramiento del territorio, pero hay que recordar que la mayoría de los seguros son voluntarios».

En este sentido, el presidente de los mediadores tinerfeños, aclara que «nuestro papel como asesores profesionales es recomendar al cliente la importancia de asegurar correctamente sus riesgos, ya que es imprescindible para poder recibir la indemnización que se corresponda con los daños ocasionados».  

Pérez Arquillo pone el ejemplo de los seguros agrarios. «Muchos agricultores canarios aseguran sus cultivos, pero no las instalaciones como un invernadero o una cuadra. A la hora de indemnizar, el CCS atiende solo lo que la póliza señala como asegurado», explica. «Los mediadores nos esforzamos por asesorar a nuestros clientes de la importancia de contratar un seguro que se ajuste a sus riesgos reales», aclara.

Además de los daños en las viviendas, en los cultivos y el ganado, el CCS también atiende daños en los vehículos, en las personas y pérdidas de beneficios. En todos los casos, es imprescindible que el riesgo esté asegurado y que esté recogido expresamente en la póliza contratada. Los expertos en seguros recomiendan iniciar el trámite lo antes posible para que el proceso de cobro también se agilice.

Otras coberturas del CCS

Mucho más que riesgos medioambientales

Los daños provocados por las fuerzas de la naturaleza no son el único ámbito de actuación de CCS. Este organismo también asume los daños que son consecuencia de “terrorismo, rebelión, sedición, motín y tumulto popular” o de “hechos o actuaciones de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en tiempo de paz”. En el caso del seguro de automóviles, el Consorcio se hace cargo de “la cobertura obligatoria de los automóviles no aceptados por las compañías aseguradoras, así como la de los organismos públicos que lo soliciten”. También indemniza “los daños ocasionados por vehículos desconocidos, sin seguro o robados”.

Una tercera línea de actividad se enmarca en asumir la “función de protección a los acreedores por contrato de seguro (asegurados, beneficiarios y terceros perjudicados) en los casos de compañías en liquidación encomendada al Consorcio, o que se encuentren en situación de concurso de acreedores”. Por otra parte, el Consorcio está detrás del reaseguro de los seguros agrarios, así como la cobertura de las personas accidentadas en la extinción de incendios forestales.

Fuente: La Vanguardia

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